19.5.10

[Reflexiones] Como si la vida fuera tan sencilla: ¿Viajar o hacer doctorado?

Hoy tuve una entrevista por la mañana que me dejó pensando en lo difícil que es investigar en turismo en latinoamérica: no es sociología, no es antropología, tampoco es administración ni ciencia política o geografía. Y sin embargo 1/6 parte de la población del mundo se mueve, usa estos servicios y marca su impronta en la tierra. ¿No hay nadie en esta región del mundo que lo quiera estudiar formalmente?

Y claro, como es un invento de occidente, que lo estudien los occidentales. Holanda, Estados Unidos, España, Inglaterra, Nueva Zelanda, Australia... todo ellos tienen áreas académicas donde se estudia, se hace teoría, se debate, y acá, no sólo nos conformamos con ver al mochilero pasar, sino que además desdeñamos los estudios y no sabemos donde ubicarlos.


Bueno, sumido en mis pensamientos me encontré con esta belleza que aparece al principio (ahí, en la calle estacionada...) y claro, comencé a cuestionarme hasta el nombre. ¿Qué hago acá y no montado en una de esas, cumpliendo mi sueño de Praga a Shanghai? ¿No que muy Andaryego y ahora estás metido entre cuatro paredes todos los días? ¿El ego te mueve o el ego te sienta frente al proyecto? ¿4 años para estudiar el turismo, gastar tus ahorros y luego volver a comenzar de cero? 

Lo peor es que al salir del metro la volví a ver en otro sitio, como si hubiera sido un símbolo, un mensaje, una clave...

Y nada, que veo que este será mi continuo debate durante el tiempo por venir: me gusta lo que hago ahora pero me preocupa que tenga que durar tanto tiempo y dudar si lo soportaré; me encantaría poner mis ahorros en una de esas y de nuevo repetir lo de Bioy, Atahualpa o lo de Hawthorne: largarlo todo y dedicarme a eso que me pone la piel china, el estómago en el aire y lleno de mariposas y la mente en el nirvana: andar de pago en pago sin quedarme en ninguno... 

Que te sea salva la última parte de la semana laboral y no tengas pensamientos pecaminosos como los míos.

5 comentarios:

  1. Anónimo12:04 a.m.

    Muchas veces pensamos que estamos donde no queremos estar, pero si estamos ahi, es porque hay un motivo para estarlo, aún cuando uno piense que no lo hay.

    Hoy en dia, es muy dificil que la gente diga lo que siente y piensa...pero hacerlo te hace libre...y transparente.

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  2. Ay Samuel! cómo te entiendo! Yo también me pregunto muchas veces ¿que hago sentada frente a esta computadora, entre libros, fechas de entrega y demás yerbas? ¿Por qué no estoy arriba de un escenario si es lo que me pone "la piel china"?
    Pero , cuando me entusiasmo con un encuentro, unas ideas, un relato, o unos compañeros que piensan todavía que el saber tiene que servir para algo. Cuando salimos a comer y -cómo diría nuestro amigo uruguayo- honramos al Dios Baco empiezo a sospechar que no estoy tan equivocada en mi camino...

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  3. Querida Julia, tienes toda la razón, hay una dimensión que uno olvida con frecuencia, y es que fuera del aula y del trabajo propiamente, hay una serie de buenas relaciones y amistades que se van tejiendo. Espero que lo soñador a uno no se le quite, sino que por el contrario, se incremente en la medida que nos encontramos con los que piensan, como dices, que el saber debe servir, y que servir vino, vino a servir!

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  4. María7:39 p.m.

    Salud, compañeros

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