27.6.18

Mis dos post de política de esta #Elección2018


Quienes me siguen desde hace tiempo recordarán que en tiempos electorales suelo postear con más frecuencia. En las presidenciales suelo dar mi opinión sobre los candidatos y proponerte al mío, invitándote a acompañarme eligiéndolo a él (quisiera decir "ella", pero no ha sido el caso). 

Esta vez no lo haré. Lo evitaré porque ya me conoces, pero también porque siento que juegan elementos más importantes: me gustaría reflexionar sobre esta elección. Anticipo que haré dos posts. El primero (éste) antes de la elección, y el segundo, después, para contarte cómo me fue como representante de casilla de un partido. Va, pues, la primera parte.

6.6.18

[Reseñas] La Autoedición: reflexiones de mi primer libro.

"Deberías escribir un libro". 

¿Cuántas veces han dicho o escuchado esa frase? Son de esas cosas que uno dice (o que nos dicen) cuando escucha(n) algo inverosímil o fuera de su contexto; algo que pasó y que fue raro, que nos hizo pensar que valdría la pena documentarlo: subir el Himalaya, cruzar el Atlántico en solitario, contar la historia de la abuela o del tío revolucionario...  Sí, "escribir un libro", por supuesto que suena bien, pero, ¿por dónde comenzar? Permíteme contarte mi historia. 

Comencé a escribir tardíamente, no como esos genios de la literatura que hicieron sus primeros garabatos a los dos, armaron un texto a los cuatro y publicaron a los ocho. Me considero una persona normal. Mucho más normal que el estándar del "normal": jugaba de niño, me regañaban, trabajaba en el negocio de mi abuelo, hacía tareas y pasaba los exámenes. Me hacían estudiar y yo sabía que me abriría puertas para salir de casa, así que lo hacía bien y punto.