16.6.19

[Reseñas] Satanás, de Mario Mendoza.


Colombia siempre me encantó. Tuve oportunidad de hacer parte de mi tesis de maestría ahí y de recorrer buena parte del país. Siempre me encantó su gente: comprendí que los colombianos, por las buenas, son gente mágica, amistosa, de respeto. Y también me di cuenta de que no quieres hacerlos enojar, porque por las malas, son duros, muy duros. Por eso ahora que las causalidades me llevaron hacia Satanás, de Mario Mendoza, no dudé en comprarlo y poner todos mis ojos en él. Me dispongo ahora a hacer una breve reseña sobre este texto. 

Debo comenzar por decir que me llegó, como muchas cosas que vienen del Sur y de Colombia, por mi amiga Mar del Sur (por supuesto que es su seudónimo, pero existe). Hace unos días me compartió una excelente entrevista a Mendoza, a quien no conocía de ningún modo (¡cuántos escritores desconocemos, qué triste historia!) pero me llamó mucho la atención. De algún modo, es el escritor que yo también intento ser, una persona tranquila, conocedora, investigador, casi periodista. Su opinión acerca de las guerrillas, de la violencia nacional, de la urbe, de vivir en Bogotá, así como sus historias personales y acercamientos me parecieron de lo más interesante. La entrevista, muy recomendable, está aquí abajo y te sugiero verla con un café, un trago o algo que te haga estar cómodo y quieto. 


Una vez que la termines, vete a tu librería más cercana (yo lo conseguí en Grañen Porrúa de Oaxaca) y cómpralo. Cuando lo adquirí, me hice también de un libro de Alonso Cueto, escritor peruano a quien nunca he leído y él recomienda. De este último habrá reseña, pero en un par de meses. 

Está preparado para un libro que leerás rápido, de lenguaje coloquial y sencillo, de letra suficientemente grande y de unas trescientas y tantas páginas. Es una novela definitivamente histórica, aunque también con personajes de ficción. A mí no me tomó más de una semana. Lo comencé un domingo y hoy (también domingo), lo terminé. 

Debo confesar que el principio me pareció lento, y más que lento, sin mucho chiste. En un punto me sentí algo decepcionado de mis doscientos y tantos pesos invertidos, pero en la medida que avancé (no hay peor cosa que prejuiciar y parar la lectura antes de la mitad del texto) me fui dando cuenta que Mario es así: escribe con un lenguaje muy coloquial, que es fácil de entender, sin palabras complejas y rebuscadas o descripciones largas (que a mí sí me gustan más),  pero sus personajes están muy bien trazados. Tienen esa personalidad totalmente colombiana: sencillos pero complejos a ratos; parsimoniosos, pero ágiles; tranquilos pero exacerbados. Son personajes de la vida común, con problemas comunes y desplantes peligrosos. Como tú y yo. 

Bogotá, la gran ciudad, es el escenario central para Andrés (pintor), María (vendedora de café en el mercado que decide tomar una oportunidad que le da la vida), el Padre Ernesto y Campo Elías, que terminará siendo el nexo de todos. El texto tiene un diseño original: dividido en capítulos, las historias de los tres o cuatro personajes centrales se tejen dentro del capítulo y no por personaje en cada capítulo, es decir que en un mismo apartado tienes las acciones de cada personaje que se interrumpen en un párrafo y dan pie a los sucesos del siguiente. Esto permite una lectura rápida y mantener el hilo de toda la trama, sin mayores saltos. 

La historia se centra en –y no te preocupes, estimado lector, no estoy estalkeando, pues esto se dice desde la misma entrevista– un suceso muy fuerte: el asesinato de Pozzetto, un crimen que sucedió en 1986. Campo Elías fue el perpetrador que asesinó a sangre fría a más de diez personas. Curiosamente, el personaje era conocido de Mario Mendoza, quien, ahora que lo pienso me doy cuenta, figura discretamente en su propio libro como personaje secundario. 

¿Qué motiva a estos asesinos seriales? ¿Qué pasa por su mente? ¿En qué momento llegan al punto de dejar de ser personas relativamente normales para convertirse en eso? Sin duda el texto hace una serie de análisis y conjeturas al respecto. 

Sin duda lo recomendaría y te invito a que cuando lo termines me des tu opinión. En lo personal, me reencontré con Bogotá, con Colombia, y con la profundidad psicológica de personajes en los que la ficción apenas es una tímida pincelada de la dura realidad. 

Mario Mendoza, Satanás (2018) [2012]. Editorial Planeta Colombiana. 339pp. 

NOTA: Para más sobre Campo Elías y la tragedia del Pozzeto, acá lo básico, en Wikipedia

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