16.5.18

[Reflexiones del camino] Los viajes y la política


¡Dos meses! Los proyectos que este su loco amigo desarrolla le han torcido una vez más el brazo al escritor, pero nada, nada que no se pueda remediar con un post de vez en cuando. Esta vez la conciencia me llama a hablar de política y de viajes... a menos de dos meses de la elección federal en que cambiaremos de presidente. 

¿Qué tienen que ver la política y los viajes? 

Los viajes, cuando se hacen bien, se realizan con calma y con los ojos y oídos bien abiertos. Un buen viaje no es el que te lleva lejos, es el que te lleva profundo: el que te permite descubrir, escuchar, comprender, contrastar, comunicar. Un buen viaje puede tomar un día o un año. Por supuesto, "qui va piano, va lontano", dice el dicho [el que va lento, va lejos], pero no es un asunto de tiempo, se trata de ver qué tan dispuesto(a) estás al "Dépaysement" o ""Sehnsucht der Ferne", es decir, a salir de tu burbuja y evitar las comparaciones al estilo "Ay, estos pobrecitos que no tienen agua" o "Uy, acá está todo bien sucio, ¿cómo puede vivir así la gente?". Tampoco se trata de ver si ellos tienen Porsche, Mercedes o una casa de lujo: se trata de entender la dinámica en la que viven las personas.