20.12.13

[Reseña] Gilbert Rist, historia de una creencia occidental

Ha sido una afortunada coincidencia, el toparme con mi nueva directora de tesis. Gracias a sus comentarios rescaté textos que había escrito y estaban a punto de quedarse fuera de mi versión final. Regresar a ellos y ver que me estaba olvidando del debate de la sustentabilidad ha sido muy grato.

Así pude volver a este libro de Gilbert Rist que hace años me recomendó mi tocayo suizo y darme cuenta que no sólo es válido para mi investigación, sino que muchos mexicanos deberían leerlo para comprender aspectos que hoy están en debate y que no sabemos resolver. Abajo la recomendación y aquí el sitio web donde lo pueden conseguir.

Este libro, que en algún momento reseñé en mi blog y cuya nota ahora no puedo hallar es muy interesante porque presenta un análisis de la construcción discursiva del desarrollo: temas como pobreza, sostenbilidad, igualdad y muchos más son desmenuzados por el autor para mostrar dónde nos encontramos. Muy útil para definir hacia dónde vamos.

Ayer que estuve reunido con los Ex-A-Tecs de Oaxaca, estas ideas rondaban mi mente y me hacían pensar que en efecto, si varios pudiéramos leerlo y debatirlo, estaríamos en posibilidades de construir y comprender muchos aspectos que hoy no logramos discernir. Anímate a comprarlo o buscarlo! Si estás en Oaxaca, con gusto te lo presto para sacar fotocopia. Ojo: dije presto!

Gilbert Rist. (2002) El desarrollo: historia de una creencia occidental. Ed. Catarata, Madrid. 312pp.


17.12.13

[Película] En tiempos de dinosaurios que vuelven: ¡Viva Zapata!

Ayer que vi la Master Class de Herzog me quedé con varias notas de películas que pienso ver en los días siguientes, después de mis 9 horas reglamentarias de revisión de tesis. La primera es ¡Viva Zapata! Herzog la usa para mostrar cómo un director hace una excelente presentación de su personaje principal, yo la usaría para recordarle a muchos mexicanos que la historia está ahí para revisarla.

Habría mucho que decir al respecto y no me atrevo a desmenuzarlo ahora, pero al menos diré que esa rampante desigualdad que sufre el país tiene mucho más de 100 años y que seguimos sin hacer nada al respecto: los ricos cambian de bando y la democracia sigue perdiendo brillo. Mejor prueba que las reformas que hizo el gobierno priísta sería difícil de encontrar.