Enseguida, en el cine, la chica lo presenta como un documental: un falso documental, tal vez, pero en realidad se parece más a una cena de gente "nice" que se reúne para hacer una sesión de fotos, o "su peli"; nada que ver con un documental de una gira (Rattle & Hum, Flight 666). De hecho la foto de acá al lado muestra perfectamente que es una "feature presentation", es decir, una película con todas las de ley, con alta inversión y con la clara idea de promover (a los White Stripes, sobre todo), más que de documentar (claro, esto es debatible). Pero igual, de esto tampoco es culpable Guggenheim.
Ahora sí, al tema interesante: la música, los participantes y la historia: está muy bien realizada y hasta para los que como yo, somos rockeros de medio corazón hacia afuera, es una pieza rica, disfrutable aunque se ponga fuerte el volumen (¡de hecho!) y que trae reminiscencias de cómo las leyendas que hoy admiramos (Page, The Edge) fueron también gente normal, pero eso sí, nunca soltaron la pasión en el momento que la encontraron. ¿La recomiendo? ¡Por supuesto! Intenta tener unas buenas bocinas y súbele cuando avienten Sunday Bloody Sunday, A whole lot of love, o Stairway to heaven. Vale la pena.
Una última: Guggenheim le pregunta a Page qué sintió cuando escribió Stairway to Heaven. Jimmy Page responde: "En la vida todo es espontáneo, pero en esos momentos en que te llega esa luz de inspiración es cuando entiendes porqué estuviste ahí todo el tiempo esperando"
¡Que la disfrutes!
It might get loud, dirigida por Travis Guggenheim, con The Edge, Jimmy Page y Jack White.
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