Vengo de mi segunda clase de doctorado. Hoy se puso bueno porque en la primera parte tuvimos una charla del director académico del doctorado que se puso a aterrizarnos sabrosamente (tal vez un poco cruento, jeje, pero siempre es interesante que lo pongan a uno en la tierra): primero que para doctorarnos teníamos que tener pinchemil artículos escritos(y yo... poss yo tengo hartos post en mi blog!!) y participar en no sé cuántos simposios (uy, yo organicé 2 en la uni!!), coloquios (dónde quiere ud que lo coloquiemos, mi mai?) y demás vainas por el estilo....
Si lo que quería era asustarnos, conmigo lo logró, aunque bueno, por un rato porque después me di cuenta de que todos estamos en las mismas!!
La segunda parte fue con nuestra "comisión" (no, no dan una lana ni nada por el estilo). Ahí, en grupito como de 10 nos pusimos a revisar los proyectos de 3 de los del equipo (a mí proyecto, le toca hasta la clase del 20) y a darle duro a cada uno: que si el objetivo está mal, que si no tiene claro el problema que tiene que investigar y luego, pos se sueltan los bien académicos: que si la hermenéutica, que si desde el punto de vista de la visión de Foucault y que si el autor fulano y la didáctica, o que si lo que se busca es un acercamiento epistemológico.... y yo, con mi carita de oooorales, qué severos!!
La verdad es que mi vocabulario académico deja re-teharto que desear, pero ni hablar, creo que se debe a que nunca he sido profe en universidad, ni investigador (como la mayoría de los que están en mi curso que trabajan en su mayoría en universidades ), y de hecho comprendo porqué no me querían aceptar como candidato: no soy un "producto académico"; no he escrito (digo, siempre escribo, pero me imagino que el blog no sirve al curriculum, no he publicado (más allá de un par de cuentos y un articulo en una revista no científica).
Y la verdad es que llegó un momento en que me pregunté qué hacía ahí, con tanto profesional tan profesional y yo... profesional, pero del campo, que ha vivido las cosas ahí donde suceden y no donde se escriben....
Pero todo va con calma (lo que pasa es que uno es un poco desesperado) y luego llegó el momento en que comentamos los proyectos y sí, me di cuenta que aunque no tengo los conceptos así de claros, en el fondo la evaluación de un proyecto es más o menos la misma: ¿es coherente? ¿está claro lo que busca? ¿aporta a la materia que estudia? y claro... algo más: ¿lo que dice y quiere, se conecta con lo que escribe? Enfin, así pasamos las 4 horas de nuestra reunión.
Balance final: me gusta, me entusiasma, pero también me reta fuertemente pues noto que el tema teórico de lo que quiero está un poco bajo, así que tengo que ponerme a estudiar fuerte; no sólo en mi tesis, sino en metodologías y teorías. Pero sin duda me servirá.
Por supuesto, el tema del financiamiento para los años 2-4 me tiene pensando, la búsqueda de un departamento también me tiene ocupado, y la cuestión burocrática-migratoria me da pereza, pero en fin, no me puedo quejar: por ahora hay forma de sobrevivir, estoy bien, hay mucho que aprender y no estoy tan perdido en mi grupo. Otra ventaja y algo que siento muy bueno, es que la tesis de maestría me sirvió de mucho para comprender cómo funciona esto. Cada escuela tiene sus formatos (acá dijeron que las recomendaciones NO EXISTEN en una tesis doctoral, mientras que en la de maestría eran condición obligada... en fin, al profe la manzana que le guste y todos felices).
Por lo pronto, ya entendí que esta es en verdad una carrera de largo aliento que marca una entrada al mundo académico (no haces una tesis y luego te pones un hostel... tenías razón, mi querido primo Osva) que, aunque cuesta, me puede dar un buen proyecto de vida para los próximos 10 años. (luego, por supuesto, habrá que irlo combinando con el aterrizaje a tierra para no ser todo académico encumbrado en la terminología quedebatelahermenéuticadeladialécticaylacontraponeconlosprocesosnoestructuralesdelaexperimentacion...
Bueno, como siempre, es bueno tener un poco de todo en la vida para hacerse más ignorante y más nadólogo, no?
Enfin, pues así las cosas por acá... seguimos avanzando por esta vida y ya tendrán más noticias. ¿Ya respondieron la encuesta? pronto viene una nueva que seguro hará historia en la web :-)
Sami. Está genial tu texto; tal cual los doctorados, las academias y los terminajos que muchas veces suenan a que está hueca la frase y que todo se adorna con esa pedantería propia de los que uffff, mucho saben. Me encanta que te la vaciles así...Ahí te mando muchas buenas vibras,que todo, o casi todo tiene solución. Cuídáte che. Guadalupe.
ResponderBorrarHola! Gracias por el comentario! Bueno, la verdad es que me la vacilo, pero por otro lado, también siento cómo entro en un terreno de dudas. Yo pensé en el doctorado como en comprarte un paracaídas: lo adquiero y bueno, aunque no lo use, siempre me sentiré más seguro para andar por el mundo.
ResponderBorrarEn otras palabras, me dije que si llegaba a los 60 y no tenía un trabajo seguro, tal vez con un diploma así podría pedir chamba de profe sin que me enviaran a una escuela técnica, y al menos podría pasar una "neovejez" o "postadultez" tranquilo.
Pero ahora que estoy acá, veo que costará más de lo que pensaba. ¿servirá más de lo que pensaba? No sé. Nunca he querido ser teórico (es como la antítesis del aventurero). Creo en el debate, en la libertad de ser libre y andariego, en la necesidad de aprender, pero no en la obligación de tener que soportar a los teóricos de las sociales (ni a los teóricos de ningún lado).
Con lo que me gastaré en 1-2 años (y son al menos 4), me podría haber hecho mi Praga-Shanghai, sólo que no me habría dado un título... ¿cuándo comienza uno a pensar con visión de futuro y deja de ser el mismo inmaduro de siempre? En mi caso, ¡cuando se topa con un muro académico! Te digo algo? No sé todavía qué terreno estoy pisando, pero sé que lo estoy evaluando y que pronto definiré si esto es realmente lo mío... es que el mundo es tan simple, que no sé porqué nos lo complicamos tanto... Buena semana!