Y bueno, lo cierto es que lo más fácil es quedarse en su tierra si no quiere ser criticado. De hecho, es lo que hacen muchos (entre ellos una buena parte de los que critican). Salir un poco, luego volver con una estrella en la frente y olvidar que fueron y que sufrieron.
Otros, los necios, los incomprendidos (o los que así se quieren sentir), salen. Y se enfrentan a un mundo de complicaciones en el que "azul" no solo es un color, sino un estado del alma; en donde "rojo" es el color mas odiado de un grupo y el mas respetado por sus opuestos; en donde el "fut" no es un deporte, sino una filosofía de vida... Y donde imperan mundos teóricos, en los que la experiencia no es solo "lo vivido", sino un concepto que se tiene que explicar, sistematizar, ordenar. Donde teoría y practica se separan, como sueño y realidad... Aunque en teoría el mundo esté dominado y en la práctica la gente así lo haya querido.
Pero también es un mundo de posiciones, una guerra de líneas, de letras. Tan arcaica como cerrada: si no eres de los nuestros, no entrarás tan fácil... Si no tiene cuatro patas, si no tiene bigote, si no maúlla, entonces no es gato y por ende no puede comer Whiskas. No es así, minino?
Pero en fin, lo peor que puedes hacer es dejarlos a su propio grado, sentirse dueños de la azotea; no hay nada como llevarles un vaso de agua para que se acuerden que el agua moja, es fría y no les gusta. Después, si te echan a arañazos, maullidos o librazos, eso lo habrás ganado a pulso...
Lo demás, es cosa de paciencia, ahorros y resistencia. Por fortuna el mundo no cambiará con que te quedes o te vayas.
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