Hace casi ya dos años que comencé el doctorado y desde entonces mucho ha cambiado. Mientras viajo hacia el sitio de mi segundo caso de estudio, quisiera compartir algunas reflexiones.2010 fue un tiempo muy complejo: el reto del paso del ambiente 100% operativo hacia el ámbito académico implicó una enorme cantidad de lecturas. Al final, después de unas 17 versiones de proyecto de tesis logré tener el mío aprobado.
2011 fue muy rico: conseguí avanzar el proyecto y convertirlo en un marco teórico y una primera revisión de literatura / estado de la cuestión, que se convirtieron en un par de artículos con los que participé en sendos eventos. Y no sólo eso, sino que conseguí hacer el trabajo de campo de Argentina (Tafi del Valle) y sistematizar la mayor parte en un largo capítulo que me parece aportará cosas interesantes al turismo. Espero hacer otros dos o tres artículos de ahí en este año.
2012 esta iniciando bien: estoy en un bus que me lleva a Arequipa, de donde pasaré, tras algunas entrevistas y observaciones, al Valle del Colca, el segundo sitio de estudio. Si todo sale bien, en marzo, antes de pasar por Abancay para apoyar la consultoría sobre el corredor Nasca-Cusco, tendré la mayor parte de la data de mi tesis. Esto significa que tal vez el fin de 2012 vea mi primer borrador.
De estos 2 años, algunos aprendizajes:
-Es un reto conjuntar teoría y práctica. Por fortuna me siento más confiado: apoyo un equipo de gente joven y entusiasta y avanzo con mi redacción. Sigo creyendo que se puede hacer algo útil que impulse la dialéctica acción/reflexión; academia/campo.
-Me entretengo con la redacción de la tesis; me gusta mi tema y lo disfruto. Espero que ello le de un buen gusto a quien lee.
-El tema de dos espacios de estudio puede generar algo potente en la tesis: temas comunes que permiten comprobar reflexiones y descubrimiento de nuevas asociaciones. Naturalmente, la comprobación de que el turismo puede ser visto como algo distinto a la forma actual.
-Las buenas relaciones con amigos en Perú y Argentina me han abierto puertas, oportunidades y al mismo tiempo aportado al choque cultural: vivir entre 2 (o 3) mundos (tal vez más cuando se pasa a campo) no es fácil: otras realidades, otros sueños, otras identidades.
Hasta acá una larga reflexión. Han pasado unas nueve horas desde que dejamos Lima y comenzamos el camino por la costa al sur. Debajo de mí desfilan los acantilados y en una horas nos internaremos en los Andes. Qué desaprenderé (y de qué me desprenderé) esta vez?
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