¿Y qué hubiera pasado si Alicia -cuando en el país de las maravillas- hubiese tomado un camino distinto al decidido tras su conversa con el gato de Cheshire? Creo que de igual modo, habría llegado a algún sitio, siempre que caminase lo suficiente.
A veces pareciera que andamos y andamos y simplemente no llegamos a ningún lado. Me pregunto si se debe a la lejanía de la meta o a su escasa visibilidad...
¡Qué diablos! El camino es largo y no vale parar hasta encontrar ese lugar llamado casa. Aunque nos pase lo que dice aquella zamba nostálgica que llevo en la cabeza desde hace años:
Sueños y sed de distancia
me invitaron a viajar
hay que andar y mirar para comprender
que no hay cielo como el cordobés
No hay comentarios.:
Publicar un comentario