La alteración que causan en nuestra vida los teléfonos portátiles es un asunto muy actual. Más allá de su enorme utilidad, el hecho de que sean una especie de Aleph borgesiano muestra las enormes contradicciones a las que nos someten. Acá algunos tips importantes para una vida sin (tanta) dependencia del smartphone.
Werner Herzog, excelente documentalista, hizo hace algunos años un trabajo en el que muestra algunos casos tristes de accidentes causados por "textear" (hacer mensajes de texto) mientras se conduce. De hecho, además de estar penalizado, en los países industrializados, existen campañas para dejar de escribir, pero también para reducir el uso del teléfono. Y es que si ponemos un poco de reflexión en el asunto, pronto nos daremos cuenta de la exageración en la que hemos caído: tomamos la foto del desayuno y la subimos a las redes, buscamos la dirección en el mapa de google en lugar de preguntarle al residente, miramos el clima sin siquiera voltear al cielo, revisamos los correos mientras estamos sentados en el baño e incluso nos enamorarnos del sistema operativo, como en la reciente película "She".
Parece que sólo Dany Trejo se escapa: Machete don't text, como dice su memorable frase en la película de Robert Rodriguez, ¿pero qué podemos hacer los demás humanos, que terminamos conviviendo casi 24 horas con nuestro teléfono celular? Acá unos tips recogidos en el camino:
1. Ponle una hora máxima: se sugiere que una hora antes de ir a dormir dejes el teléfono en paz. Ponlo a cargar, búscate un libro o incluso charla con tus hijos o esposa (charla, no chatea!). Te aseguro que te ahorrarás malos despertarse y pesadillas cibernéticas.
2. Redirecciona la mirada: Bien decía un amigo que el teléfono se ha vuelto nuestro mejor pretexto para paliar la soledad. ¿Te llega a pasar que subes al transporte público, estás en una sala de espera o que tu acompañante va al baño y lo primero que haces es dirigir tus manos y mirada al teléfono? Te sugiero mirar a tu alrededor. A veces hay humanos deseosos de darte una sonrisa, o simplemente de cruzarse con tu mirada... e incluso hay cosas que ver en el paisaje: ¿sabías que la gente gasta mucho dinero en decoración?
3. Atiende a tus acompañantes: ¿Cuántas veces te has sorprendido mirando tu teléfono en una reunión de amigos? Basta que el tema no sea de tu interés o que se establezca un diálogo demasiado personal para que inmediatamente busques el teléfono. Lo peor es que de inmediato se genera una cadena porque una segunda persona saca el teléfono y luego una tercera: hasta que todos hacen una pausa en la convivencia para mirar mensajes. No olvides que quienes están ahí merecen tu atención y no dudes en recordarles que tú también mereces la de ellos.
4. Búscate otro amigo mudo: El libro ha pasado para muchos al olvido. Hay quienes dicen que leen en su teléfono, pero no sólo es complicado (y afecta la vista leer en letras tan pequeñas), sino que nunca tienes toda la concentración, pues el WhatsApp, Facebook, Twitter y el mail sólo dejan que leas con "una neurona al gato y la otra al garabato". Hay tantas cosas buenas que leer, que no debería ser un problema encontrar una lectura apasionante.
5. Saluda a tu amigo interno: De vez en cuando no está mal hablar con tu alter ego (el otro yo). Ése que está en tu mente y que a veces se pone disfraz de diablo y otras de ángel. ¿Hace cuánto que no te das el tiempo de hablar contigo mismo y preguntarte qué quieres, qué te gusta, dónde quieres comer o a quién quieres saludar? Hoy en día es tan frecuente que nos dejemos guiar por la última recomendación posteada o el like del amigo, que ya no sabemos ni qué queremos.
¿Sabes por qué la regadera suele ser un excelente momento para los Eurekas? ¡Adivinaste! Porque no hay teléfono y es un momento en que puedes hacer un poco de introspección y pensar, no ser dominado por tu teléfono.
con estas ideas en mente, esta semana que comienza haz como yo: ponte uno de los cinco tips anteriores como propósito y cúmplelo. Yo, por lo pronto, arranco dejando el teléfono en mi oficina (trabajo en casa) y no lo veré sino hasta la mañana siguiente.
Ah! Tal vez sirva de algo que anotes esto en un papelito, para que no uses el pretexto de haberlo olvidado para ir a buscarlo al teléfono. Buena semana!
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