Los tiempos aciagos son precisamente aquellos en los que se hace más necesario ir en busca de inspiración. Este documental, producido en 2012 por Malik Bendjelloul (Suecia) es sin duda un perfecto oasis para tomar aliento y dar un poco de impulso a esa necesidad de cambio.
Rodriguez es una especie de fantasma que recorre las calles de Detroit. Nadie sabe a ciencia cierta de dónde salió ni a qué se dedica. Se ignora también si tiene una casa o duerme en las calles. El asunto es que tiene una excelente voz y sus canciones destilan una melancolía difícil de pasar por alto. El único asunto es que a pesar de los dos discos que grabó, nadie sabe de él en Estados Unidos y todos ignoran su paradero o condición actual.
Caso impresionantemente contrario: en Sudáfrica Rodríguez es un ídolo. Durante los años setenta y ochenta, en plena época del Apartheid su música llegó de contrabando y se popularizó al grado que -como cuenta uno de los entrevistados- cualquier en casa donde hubiera un tocadiscos, un joven y un poco de interés por la música pop habría, además de un disco de los Stones, uno de Rodríguez.
Tal es el amor por el artista y su música que un par de sudafricanos parten tras la pista de Rodríguez y comienzan a interrogar a disqueras y a las propias letras de las canciones para saber cómo murió este ídolo desconocido e inspirador cuyas canciones fueron usadas para protestar por la situación social sudafricana. ¿Realmente se roció de gasolina en un concierto y se prendió fuego o se dio un tiro después de una noche espantosa en la que no funcionó el sonido y el público le abucheó? (imposible no pensar en la analogía con el actor central de Birdman) ¿Cuál es la verdadera historia de Sixto Rodríguez?
Cosas extrañas, esas que hacen que alguien sea un perfecto desconocido en su tierra y candil musical en Sudáfrica (situación que trae otra reminiscencia: la de la peli argentina El viento se llevó lo qué) ¿Acaso sabemos dónde encontraremos la fama y en todo caso qué hacer cuando la hallemos? Dicen que el hogar está ahí donde te valoran (Home is acceptance). Lindas palabras para un músico que era carpintero, albañil y obrero... y a quién jamás le interesó lo material, sino el simple espíritu de la vida.
¿Encontraron a Sugar Man? Sólo hay una forma de saberlo: que le dediques la hora y media a la película para descubrir los orígenes y vida de un personaje normal, sí, como todos los demás: con la misma magia que tenemos todos guardada y a veces nos rehusamos a dejar salir. Tal vez alguien se inspire para saber en qué pueblo mexicano nació el abuelo de Rodríguez, un icono interesante hoy que estamos en busca de personajes que nos ayuden a transitar hacia un país más honorable.
Ojalá tuviéramos más Rodríguez y menos Cristianes Castros, Eugenios Derbez y Angélicas Rivera.
Searching for Sugar Man (2012). 86 min (PG13), Dirigida por Malik Bendjelloul (Suecia) y financiada por la cámara fílmica sueca.
Disponible en You Tube, para que no la tengas que buscar más:
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