Esta noche fui al Sur. Mi sur. El sur de los que no somos el Norte.
Vaya concepto difícil de explicar; vaya película retadora de reseñar. No puedo decir mucho: acaso que es de 1988 y que fue hecha por Pino Solanas; que habla del fin de la dictadura, del amor, de la nostalgia, del tango, del deseo y la pasión. "Basta de pedir permiso por favor... permitámonos al menos el amor, Rosy, el amor [...] Todos los amores engrandecen, hacen crecer, aunque duelan", dice el viejo amigo de Florian.
Para quienes hemos vivido en Argentina, leído sobre las dictaduras y pasado por los momentos de la pasión y el amor, es una película infaltable. Seguro muchos de ustedes la han visto, pues no es reciente. No era mi caso: era una de esas películas que sabes que existen, pero nunca terminas de comenzar a ver. Me quedo con un delicioso sabor de boca y con ganas de volver a los barrios del sur porteño, pero también a los barrios del amor y el ensueño de un mundo mejor.
Si quieres verla es muy fácil: la encuentras en Youtube. Una recomendación adicional: ambiéntate un poco escuchando "Vuelvo al Sur", de Pino Solanas y Piazzolla. La canción está acá en muchas versiones. La de Gotan Project es buena, pero por supuesto en versión original vale mucho la pena.
Vuelvo al Sur /como se vuelve siempre al amor / vuelvo a vos / con mi deseo, con mi temor.
Y cierro con una de las frases finales de la película, pensando cómo algunos tenemos que ser la memoria de los demás, para recordarles que sí, que podemos luchar por valores y por ética: "Así nos despedimos esa noche: él se volvía a la vida y yo a la muerte. desde entonces sigo siendo una ausencia, un recuerdo, condenado a ser la memoria de ustedes".
Sur, de Fernando Pino Solanas (1988), Argentina.
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