Esta mañana comenzó como un domingo cualquiera: se trataba de seleccionar una serie de documentos y decidir cuáles irían directos a la basura, pero en la medida que el proceso avanzó me atoré revisando recuerdos y luego comenzaron una serie de mensajes que me dijeron que era tiempo de tomar la moto y olvidarse de las cosas del día a día. Así que vi el mapa y me dije que sería rico ir a la Azucena Zapoteca a comer, pero no por la ruta clásica, sino tratando de evitar el centro de Oaxaca.
Es una suerte que Google tenga tal precisión hasta con los caminos vecinales. Me aparecieron dos alternativas: la clásica, que implica pasar por la zona comercial y una distinta, que parte hacia el Este y de pronto cruza hacia el Sur, atravesando una mini-cadena montañosa.