No hay cosa más terrible que tener elaborado un post para el blog en un IPod y que de pronto desaparezca.
En fin, retomo algunas de las ideas. Decía que la Suiza, después de dos semanas sigue mostrando muchas cosas de interés. La mirada desde el sur ha permitido comprobar que en las montañas los guías ya no trabajan con trajes de piel, cantando y con cuerdas en la cintura, pero que sí llevan cuchillos, chocolate y pan suizo para el paseo.
En Ginebra pudimos conocer la multiculturalidad aristocrática, que es muy distinta de la multiculturalidad marsellesa, por ejemplo. Lausanne es mucho más intermedia como ciudad, pero al mismo tiempo es notoria la menor desigualdad económica que se percibe en nuestra linda América latina.
Naturalmente, algunas cosas cambian mientras otras se mantienen, como el secreto bancario (en el origen del desarrollo de este país) que hoy en día pasa también por un fuerte escrutinio desde la política... El problema es que si se dice lo que guardan los bancos y de quien es, podrían caer muchos más de los que parece. Y el dinero emigrar del país. Temas a seguir en el mundo.
Por lo pronto, disfrute el lector del lindo "diente de Jaman", una montaña que está justo arriba de Montreux. En este sitio esquían los pobres montreuxinos de suiza. Llama la atención que a diferencia de lo que diría muchos conservacionistas, la montaña no está sin intervención: gruesas barreras de acero y algunas paredes de piedra se utilizan para evitar derrumbes y deslaves.
En unos días, la ciudad luz.
Pequeño olvido: 2 fotos de anuncios que se pueden ver en la llegada al aeropuerto de Ginebra y se agregan al texto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario