Después de preguntarnos en inglés si el servicio nos ha parecido bueno, le respondemos que sí, pero el plato de ella ha sido demasiado grande.
-Take it home- nos dice. In my country we say that hunger never goes away. She leaves you for a while, but sooner or later, she comes back.... so you better be ready.
-Where are you from? Preguntamos. -Cuba- responde. -¿Entonces por qué estamos hablando inglés? Ella vive en Perú y yo soy mexicano...
Y así conocemos a O., el responsable de servicio del hotel al que nos enviaron a cenar esta noche. Increíble, Guyana: ayer estábamos cansados de comer en el mismo sitio y hoy, después de reunirnos con la ministro, nos abren las puertas de nuevos lugares y nos piden que vayamos a visitarlos. Latinoamérica con sabor a Caribe, herencia india, oriental, musulmana, negra, amerindia (los arawaks están acá Dr. Claude!) y no sé qué más... pero en este pequeño país se habla inglés creolizado; se toma té, agua de Jamaica, se come curry, picante de la jungla y sí, se reza a Ganesha, Mahoma, Jesús y a todos los santos. Vaya mezcla. Pero sí, así conocimos a O., entre estrujes de español y de inglés.
Llegó a Guyana en 2013, año en que dieron a los cubanos la oportunidad de salir legalmente del país. Tiene una maestría en hotelería y viene a ver si la vida le pinta mejor de este lado. "Buscando una vida, aunque claro, extraño a mis hijos y a mi esposa. Por suerte pronto vendrán para acá. Ya les conseguí trabajo." Hablamos un buen rato, como en la hotelería: el que trabaja no se puede sentar; el cliente no se puede levantar, y así, en esa desigualdad de verticalidades le decimos que en el vuelo hacia acá nos encontramos con muchos cubanos: "Estamos sorprendidos de la cantidad de turistas". Nos mira con cara de "mira qué inocentes que son ustedes" y responde: -Bueno, les voy a decir una cosa: 70% de esos cubanos vienen buscando la forma de cambiar de país y comienzan aquí pero siguen subiendo. Pasan por Centroamérica, luego tu México y así llegan a Estados Unidos, donde les garantizan el derecho de entrada. 25% viene en busca de cosas que comprar y vender; 5% a quedarse, como yo, y el 0% viene como turista.
Malditos, me digo entre mí. Los que encontramos en el avión nos dijeron que venían de vacaciones. Mentirosos. Cuarenta años y no aprendo que todos mienten. Nos dijeron que querían estar 15 días y visitar. Hasta les recomendamos el Kaïetur, el Rupununi... nosotros que pensamos que el turismo cubano crecía. Todos mienten, todos mienten. Mañana haré una plana de 100 frases.
-Pero no, le devuelvo: -A mí me parece que Cuba va a dar un salto, que muchas cosas van a cambiar, que hay cubanos preparados que van a cambiar cosas.... y bueno, cierto, que va a volver a ser un sitio para los gringos: la Cuba de hace cincuenta años.
-Y sí, dice. La historia es así de cíclica. Pronto volverán esos tiempos. Pero por ahora somos solo piezas de museo que todo mundo quiere ver: los carros viejos de los años veinte o sesenta; nosotros: piezas del socialismo que ni siquiera era parte de nuestra cultura; nuestra arquitectura antigua, los hábitos. Por eso vienen todos: para vernos, olernos, sentirnos. Conocernos antes de que desaparezcamos. Somos piezas en extinción. Lo dice con un poco de nostalgia, tal vez con un poco de histrionismo cubano, pero no sin sinceridad.
Así es: en los noventa fue el éxodo de la Alemania del Este. Me tocó ver un poco de él: mientras nosotros, pobres turistas, queríamos ir al norte de Europa y pasábamos a Hamburgo, Copenhague y Gotemburgo, ellos, por centenares y millares venían apilados en trenes hacia el occidente, en busca del sueño que no les dieron la opción de conseguir. En el año 2015 comienza el éxodo masivo cubano. Así es como se vacía un país de sus mejores recursos. Porque los que se van son casi siempre los mejores: los inconformes, los aventureros, los soñadores; los que quieren más, no los que se conforman. Así se van los mejores cerebros y dejan el país en manos de sus burócratas y sus hordas de carroñeros que pronto serán políticos, transarán con los otros Coragyps atratus (zopilotes mexicanos), o con los Coragyps atratus, buitres negros norteamericanos. Así pasa un país, de golpe y porrazo, del modelo socialista organizado e imperfecto, al capitalismo desorganizado y desigual. La historia del mundo.
O. nos da su correo y le ofrecemos ponerlo en contacto con el resto del mundo del turismo que recién conocemos. Poner a su disposición la promesa de que el turismo va a cambiar y de que él puede ser parte de esto. Ahí vamos de nuevo: Sherezades del desarrollo. Y él, O., también nos ofrece sus conocimientos y la historia de la familia que se reúne....
Pero, en el camino de vuelta yo me pregunto: si en Guyana no se hace investigación de mercados, como lo menciona, ¿cómo sabe que el 5% se queda? ¿Acaso no estará él mismo esperando el momento de moverse y seguir también hacia el norte? ¿Quién miente y quién dice la verdad?
Pero, en el camino de vuelta yo me pregunto: si en Guyana no se hace investigación de mercados, como lo menciona, ¿cómo sabe que el 5% se queda? ¿Acaso no estará él mismo esperando el momento de moverse y seguir también hacia el norte? ¿Quién miente y quién dice la verdad?
Yo no.
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