Hace un par de meses me entregaron una copia de "Legados del narcotráfico. Efectos y expresiones socioculturales", libro aparecido a finales del año pasado sobre el que me gustaría hacer un par de comentarios. Adicionalmente quiero también reflexionar sobre un artículo que me llamó mucho la atención sobre las municipalidades y su debilidad.
De Legados del narcotráfico... un breve repaso: el libro se deriva de una investigación realizada hace varios años y que por azares de lo académico apenas logró ver la luz. Lo sé por la cercanía con los autores y me parece que es una pena porque los textos no deberían tardar tanto en pasar al papel y a la difusión pública. En fin.
Pero más allá de eso, hay algo que me gusta: la posibilidad de hacer de los textos académicos documentos de divulgación. A diferencia de otros que emanan de la academia, éste me parece de lectura fácil y de mucha importancia actual. Para quienes no nos hemos detenido a pensar cómo es que el narco tiene tanto reconocimiento, bien haríamos en revisar su relación con los corridos, la imagen del México bronco y las historias de caudillos que tanto nos han emocionado en la vida. No sé si es nuestra historia o la construcción de ella, pero el asunto es que nos encantan los malos.
El libro hace un análisis sobre la situación del narcotráfico, la forma de los textos relacionados con él: reportajes, crónicas, novelas e incluso pone en comparación a diversos autores que han trabajado con el tema, entre ellos Julio Scherer (ex-director de Proceso) y Marcela Turati, de quien se extraen fragmentos muy duros sobre las víctimas más frágiles de todo este proceso: los niños.
Y uno se entera de cosas que jamás habría leído: por ejemplo que aunque en México la siembra, venta y consumo de amapola y marihuana ya estaba prohibida en la Segunda Guerra Mundial, la necesidad de nuestros queridos vecinos del norte por abastecerse de morfina y heroína para los soldados que iban a la guerra hizo que el gobierno fronterizo legalizara de facto la producción industrial de opio con financiamiento Norteamericano. Producción que "terminaría al finalizar la guerra", pero ya habiendo consolidado su poder en algunos círculos (2015:50).
Llama también la atención el concepto de "inversión de los estigmas", que uno de los autores explica como este asunto de que en lugar de descalificar a una persona a causa de sus estigmas, más bien se usan estos para enaltecer la figura de quien se habla (205:55): ¿A alguien le suena Chucho el Roto, Boogie el aceitoso, el Rey Feo, La Parka, Blue Demon o el Mataviejitas...?
En fin, buen texto, entretenido y corto. Si acaso, se podría pedir que tuviera un capítulo de conclusiones con una mirada de cierre 2015: finalmente, después de haberlo estudiado durante varios años, seguro se puede decir cómo se le ha visto evolucionar, sobre todo a la luz del debate por la legalización de la mariguana (¿marihuana? Ambos, dice la RAE) y de la continuación de la guerra contra el narco que no cesa de sumar muertos en los textos y cadáveres en las fosas comunes.
Morales E. Carrillo I. Legados del narcotráfico. Efectos y expresiones socioculturales. CONACYT. Library Outsourcing Services. 2015. 104pp.
NOTA: El libro no aparece disponible en línea. Pronto averiguaremos formas de tener acceso a él.
Brevísima nota sobre un artículo aparecido en Sociedades y Desigualdades, revista del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades de la UAEMEX.
Aunque en un tono más académico y con mínimas repeticiones que, eliminadas, podrían hacer la lectura más sencilla, el artículo Legitimidad y Crimen en Michoacán discute la situación de debilidad política de los gobiernos municipales en dicho estado.
Probablemente habría quien quisiera pensar que el tema de estudio es solo propio de uno de los estados más débiles del país, pero cuando uno comienza a leer, hacer un poco de analogías y llevar el caso a otros espacios, se encuentra con que es una triste realidad que sucede en todos los municipios del país -o, sin exagerar, en una amplia mayoría de ellos- y que esto de debe a un modelo complejo de nuestra política: el municipio, eslabón principal de nuestro sistema político es al mismo tiempo el más débil porque carece de mecanismos de evaluación, de monitoreo y autonomía.
Dicen los autores:
"al ser un nivel cercano a las necesidades de la gente, los gobiernos municipales tienen la obligación de ser las primeras instancias en la lucha contra la delincuencia. Pero ha sido al revés, estos gobiernos se han convertido en la primera instancia gubernamental de penetración y coptamiento de los grupos criminales, [quienes] obtienen el control de los gobiernos municipales a través de amenazas directas a los alcaldes o a través de mecanismos más sutiles como el financiamiento de campañas electorales, la dirección de partidos políticos o la participación en grupos de poder locales."(2016:8).
En unas doce páginas, quienes esto escriben desmenuzan rápidamente la situación actual de los municipios y reflexionan de igual forma sobre la reforma hecha en 2014 sobre la reelección que se aprobó para los alcaldes. Para ellos, si bien interesante, este cambio no resuelve de forma definitiva problemas que persisten: debilidad institucional, falta de recursos financieros, demasiado poder en los partidos y casi nulo en los ciudadanos. ¿Para cuándo la solución?
Interesante lectura, sin duda, que permite reflexionar sobre lo que tendríamos que hacer si realmente pensamos en la autonomía y en la necesidad de fortalecer nuestro sistema político desde la raíz.
Aguirre J, Aburto V. Legitimidad y crimen en Michoacán. En Revista del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades de la UAEMEX. Julio- Diciembre 2015, Núm. 1. pp. 6-19
NOTA: Aunque no hallé el mismo artículo en línea, encontré acá un texto de uno de los autores donde toca también este tema.Una versión anterior del artículo, en inglés, puede ser encontrada acá
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