24.4.21

[Reseña] [Ensayo] Las revueltas de José o mi descubrimiento de la familia Revueltas

¿Por qué un artista, un creador ha de sufrir hambres y miserias? Aquí descansa, entre nosotros, el secreto del fracaso de la cultura de México como pueblo. Somos un país de descamisados y de zánganos. Se desprecia al músico, al pintor, al poeta, por considerarlos como a los bufones que cabriolean en los banquetes de los burócratas. Pero es que se les hace bufones por la fuerza del hambre. Aunque muchos nos rebelemos, la rebeldía es la soledad, la soledad infecunda, el abandono, la miseria.

Silvestre Revueltas



Por eso amo los libros. Son ventanas a nuevos mundos, y no únicamente eso: son también la oportunidad de viajar por dimensiones, de hacerte preguntas, de acuñar nuevas ideas y, sobre todo, de conocer personas que escriben haciendo magia al pasar, como hoy, que te quiero hablar de José Revueltas.


¡Qué Revueltas, José!

Ocurrieron nacerlo en 1914, en Santiago Papasquiaro, Durango. Vaya usted a saber porqué, su padre, frío y calculador comerciante, llamado José, decidió trasladarse con su docena de vástagos a la gran ciudad de México en plenos tiempos revolucionarios. El punto es que en 1920 el pequeño José (el hijo) y su familia ya estaban en la capital.

Si uno se imagina esos tiempos turbulentos, el momento era el menos indicado para migrar al ojo del huracán, a menos que tuvieras poderosas razones. ¿Por qué Don José? La hipótesis menos válida, pero más literaria, sería que lo llevó el apellido: para estar en su ambiente, habría que vivir donde sucedían las mayores ídem. Sí, supongo que en Durango no pasaba mucho, pero también podría haber optado por Eagle Pass, o Nuevo León, en cambio, apostó por la grande.

Y así, don papá Revueltas puso un negocio de abarrotes. ¿Vendría huyendo de los saqueos del norte? ¿Era lo que le quedaba de la tienda de ralla familiar? ¡Cuéntenos, señor Revueltas, de dónde sacó esa loca idea de pensar que sus hijos podrían ser artistas y no comerciantes, como usted!

Con el buen negocio que le daba su tiendita, metió a los hijos al Colegio Alemán von Humboldt... ¿en plena Primera Guerra Mundial? Dicen que en las reuniones de familia se hablaba el teutón. Qué marcial, el patriarca. 

Don Revueltas, con sus revoltosos
Don Revueltas, con sus revoltosos y revoltosas

Pues sí, el Colegio Alemán, los años veinte, los austro-húngaros, Prusia.... ¡y además se le ocurre ponerle, a uno de los hijos menores, José Maximiliano!  Juarista no era, al menos así parecerían confirmarlo los indicios. Tal vez se fue al centro del país, como muchos de los ex-hacendados de los que habla Fuentes en la Ciudad más transparente (acá mi post al respecto), para refugiarse donde nadie los pudiera encontrar, en el corazón del mismísimo monstruo. 

Imaginemos.

"Lo que de tu familia has de querer...

... desde jóvenes lo has de formar", dice mi arreglo al viejo refrán. De la familia Revueltas emanaron  –ya lo apunté–  12 hijos e hijas. Silvestre, el mayor, nacido en 1899, fue un compositor de música clásica que murió a los cuarenta años (acá el poema que le hace Neruda al fallecer, y su Sensemayá). Calificado como nacionalista por muchos, pero revisitado como de vanguardia en los últimos años, su música es potente y aunque no soy conocedor del tema, pretendo insertarme en él en el futuro, de tanto que me ha sorprendido este viaje bloguero. Vamos por más.

Silvestre fue tan talentoso que desde muy joven fue a los Estados Unidos a estudiar: estuvo en Austin y Chicago. Tuvo grandes maestros pero también presenció las luchas obreras de esta última ciudad, lo que lo hizo muy sensible a los problemas sociales. Junto con él, en USA, estuvo también su hermano Fermín, quien sería reconocido años después como uno de los precursores del muralismo mexicano, nacido en 1901. De los doce nombres, hay al menos otros tres que sobresalen en la historia del país: Consuelo (pintora), Rosaura (actriz, escritora y luego rescatista del trabajo de los hermanos), y José Maximiliano (nacido en 1914), el que nos ocupa en este post, aunque temo perder a mi personaje, dada la cantidad de información que recabo mientras leo.

Imagínese el lector de lo que hablamos: un próspero comerciante que tiene su primer hijo en 1899, mientras vive en un pueblo perdido de Durango y tiene una próspera economía, tanta que durante los años siguientes seguirá procreando hasta más o menos 1920 (año en que nace Agustín, probablemente el doceavo de los hijos) y que en medio de toda esta historia de crecimiento familiar se verá cruzado por la realidad nacional: supongamos que hubiese nacido en 1870, año en que finaliza la época juarista y comienza la porfiriana, para luego vivir un periodo de estabilidad forzada por el general que terminaría exiliado en París. 

Hacia 1910, con la llegada de la revolución, algo habrá sucedido al padre Revueltas, que comenzó a esbozar la idea de una mudanza. Seguramente los acontecimientos de la época le hacen acercarse cada vez más a la decisión final. Es probable que el nacimiento de los hijos y su interés por darles una mayor educación le haya hecho pensar que era tiempo de salir de Papasquiaro. 

En 1920, con una esposa embarazada –o un bebé de brazos, no tenemos con precisión la data– arriba a la gran ciudad. Es posible que lo haga con 10 hijos, pues Fermín y Silvestre están en Estados Unidos desde 1917, probablemente como una forma de huir de la leva revolucionaria, entonces con algo así como veinte y diecinueve años de edad, cada uno. José contará apenas con unos seis. La familia se instala en la Colonia Roma, lleva a los hijos al instituto ya mencionado, y comienza una historia de vida en la gran ciudad. El orgulloso padre de un hijo músico y otro pintor que si bien escapan de la revolución, viven también el inicio de la Primera Guerra Mundial en un espacio más cercano al mundo contemporáneo.


Los años 20: nostalgia porfiriana y coqueteo de revolución rusa

¿Y José?

Pero nada es para siempre: mientras sus amigos citadinos se burlan de los Revueltas recién llegados del campo que visten botas, los hermanos mayores gozan de una buena vida social en Chicago, donde además aparecen el blues y el jazz. La vida es linda y aunque emergen pensamientos contradictorios que hablan de la necesidad de cambiar el mundo y girar hacia el comunismo, seguramente don José vive feliz de pensar que ha vuelto al espacio seguro, donde no habrá más revolución, sino orden y prosperidad para llevar el negocio por buen camino y dar buena educación a sus pupilos.

Quiere ¿la mala suerte? ¿el destino? ¿los ignotos caminos del entonces? que en 1923, víctima de alguna enfermedad (fallas renales, dice México Desconocido), muera el padre de familia y la vida de estos migrantes duranguenses dé un giro radical: el negocio quiebra y los hijos mayores tienen que volver a ocuparse del resto de la familia. 

Imaginemos ahora sí a José Maximiliano (¿Qué añorabas, José padre, al ponerle ese segundo nombre?) que debe abandonar el Colegio Alemán para ir a una escuela pública, y a toda la familia dejando la colonia Roma, para mudarse a la Doctores, donde se encontrarán con el otro México, que solo a la vuelta de la esquina muestra las desigualdades que uno a veces no quiere ver. Dice también México Desconocido, que acá José se daría de frente con el mundo. 

Unos hermanos que vuelven del mundo bohemio norteamericano, crisis económica y familiar, cambio de barrio, escuela, y un hermano menor que busca sus orígenes y su personalidad... caldo propicio para revolucionarios. A los 15 años, José será detenido por primera vez por la policía y enviado a la correccional, por izar el estandarte comunista. Por suerte el padre había muerto, que si no, vuelve a fallecer en ese instante. 

Autodidacta, José se refugia en la Biblioteca Nacional, donde se encontrará con los autores rusos y se hará socialista, comunista, y sin duda vanguardista. Ya estamos en los años 1930. En los años que seguirán, se establecerá una complicidad entre los hermanos mayores, de algún modo también en la vanguardia de sus propias actividades y concentrados en las luchas sociales. Dicen que en algún momento trabaja en una ferretería y ahí conoce a Trotsky (lo dice de nuevo México Desconocido, y aunque no sé si sea cierto, no dejo de pensar en la ironía del ruso siendo asesinado por un piolet, que tal vez no se encuentre junto a clavos y martillos, pero algo me deja ahí). Lo cierto es que son tiempos convulsos para el mundo y el comunismo está en apogeo, con sus múltiples variantes políticas.

José dice que él convenció a Silvestre de hacerse comunista, yo tengo mis dudas y pienso que, como siempre, fue más bien un proceso dialéctico de influencia mutua, pero el hecho es que Silvestre también decanta por la lucha social, al grado de participar en el Guerra Civil española, si bien tangencialmente (esto lo dice la Wiki) y así, durante ese tiempo, José será un poco un Jack London nacional, o nuestro propio Orwell. Tal vez nuestro Julio Ramón Ribeyro, que se empapa del sufrimiento social del México profundo. Es llevado, incluso, como preso a las Islas Marías, donde sentirá al agobio de la vida que muy bien relata en su cuento "La Conjetura". Acá en audiolibro, y abajo el video donde habla de su hermano.


Acerca de su obra

No, no soy especialista en la obra de Revueltas, aunque sin duda me ha invitado a hacer un libro de la obra de su familia, que sería cien veces más interesante. Voy, sin embargo, a hacer una llamada de atención sobre el que me tocó leer esta vez: casual como todas esas historias fortuitas, es el libro más insignificante, el que te deja más aprendizajes. Éste tiene apenas 162 páginas y fue editado en 2014 como parte de una colección llamada "Día Nacional del Libro", que cada año celebra a un autor mexicano y hace una publicación sencilla, pero con un buen trabajo curatorial de la obra del autor. Como el lector apreciará, el año de publicación marca el cien aniversario del nacimiento de José Revueltas. 


  
El primer cuento, Dormir en Tierra, me hizo pensar mucho en Los Gallinazos sin plumas, de Ribeyro. Es la historia cruzada de una prostituta, su hijo y un naufragio. El realismo, el dolor y la vida de los de abajo, llena de vida y al mismo tiempo de solidaridad incomprendida remiten a la esencia humana, a la razón misma para estar en este mundo.  

Barra de Navidad es dura, es animal. Es potente porque habla de lo que somos, de eso que no podemos evitar y del carácter bestial de los humanos. Habla del machismo mexicano y del "honor", pero también de nuestra sucia sociedad irrespetuosa y egoísta. Me encantó esta descripción de la que entiende como esencia indígena: 
"¿Quién puede entender verdaderamente el rostro de los indios? Es un solo rostro que viene desde muy lejos, que viene de edades inexpresables, pero de las que aun se guarda memoria. Los indios se quedan callados, pensando, aunque es posible que no piensen en nada. Siempre parece que han perdido algo muy profundo, que les pertenecía por entero y que no volverán a recuperar jamás. Y buscan ese algo, lo aguardan. Creen encontrarlo en todo lo que pasa, en las piedras, en los animales, en el paisaje donde todavía soplan los ídolos, como si el polvo aun los congregara. Los ojos del indio se quejan; parecen pedir que no se les quite nada más, que se les devuelvan quién sabe qué cosas queridas, quién sabe qué mujer o qué madre terrena y perdurable."
El sino del escorpión es un cuento muy corto que alude a estos animales de sombra, temidos por el humano por simple miedo animal, histórico-cavernícola: les tememos por lo que pueden hacer, no por lo que hacen, y luego los forzamos a atacar, sin darnos cuenta que somos los potenciadores de su violencia. Me pareció un precursor de la recién aclamada película Parásitos. Toda una metáfora. 

Lo que uno solo escucha es una lección de tristeza, de nostalgia, pero también de la esperanza de la partida de la muerte, del descanso que proporciona saber que, al menos en la ilusión, uno ha cumplido su misión. Veo ahí al músico, tal vez al hermano Silvestre, que después de todo el éxito y esa vida, murió pobre y solo, abandonado y víctima de alcohol... o de sí mismo, más bien. 

Finalmente por esta vez –seguro volveremos sobre Revueltas– Sinfonía pastoral me parece casi una inspiración de Bradbury para ese cuento que jamás logré volver a encontrar en el que una pareja de viejos busca todas las argucias para desaparecer al conjugue. No es que la trama sea igual, sino que habla de esas relaciones de pareja en las que nada funciona –sino la maldita costumbre– y donde se ponen en juego todas las habilidades para vivir en un mundo ficticio sin perder la comodidad de la pareja. 

Golpe maestro, sin duda. 

A manera de cierre

José Revueltas y su familia marcan un hito en la historia del país, sí, sin duda, pero alguien debería hacer una radiografía de su psicología familiar. No creo en los golpes de suerte, sino en nuestra pobreza de  análisis: hay Revueltas encerrada (y Sánchez, apellido de la madre). El comerciante y esposa que hacen cinco artistas es como la madre (¿y el padre?) de las tres hermanas Soong, que consigue que una se case con un descendiente de Confucio, la segunda con Sun-Yat Sen, y la tercerca con Chiang-Kai Shek. 

¿Azar puro? No lo creo. 

José Revueltas participó en el movimiento de 1968 y fue acusado de ser uno de sus gestores. Estuvo encerrado en Lecumberri. Pasó por el cine y filmó varios documentos que aún no terminan de ser analizados y fue además super prolífico. Del resto de la familia conocida, se ha hablado. De los otros 7 no se tiene mucha más información...

En un texto que me encuentro de la maestra América Luna (me veo casualmente remitido a mi juventud y niñez toluqueña), la autora plantea lo siguiente:  
"Se escribe a partir de lo que se ha conseguido ser", nos propone Simone de Beauvoir, y en el caso de José Revueltas esto es algo totalmente cierto. [...] Perteneció a una familia de talentos extraordinarios [...] los nombres de estos personajes son indispensables en la historia de la cultura nacional del siglo XX."
Insisto: bonita, la capacidad de maravillarnos ante lo nuevo... aunque para otros sea ya historia o cosa del pasado. Sí, bonita, aunque te miren con cara de espanto, de "qué tipo tan ignorante", criticando tu pobreza cultural.  Aim sorry mister. Yo no viví lo mismo que tú, pero si me das la oportunidad, podríamos sostener una conversación amistosa y aprender el uno del otro, ¿no crees, mister

Esto me pasa con frecuencia, y sé por qué: suelo entrometerme donde nadie me llama. Un día puede ser en la permacultura, otro en la historia de los franciscanos en el siglo XVI en México, o en los túneles del código de la programación del software (aclaro que no programo, solo escucho lo que me dicen y trato de imaginármelo). Soy un eterno aprendiz que va visitando bibliotecas, virtuales, físicas o de humanos andantes, con la curiosidad de sorprenderme a mí mismo sobre todo lo que ignoro.

Este viaje por la vida de los Revueltas me reitera que me atraen enormemente las vidas de las personas, sus orígenes y búsquedas... Y lo más interesante: que me encanta profundizar en el conocimiento, pero también en la creación de la conjetura de su origen, pasado y presente.

En el caso de los Revueltas, veo a un padre lleno de esperanzas y sueños por su bienestar personal, probablemente sitiado por la historia (nuestro machismo literario no dice nada de la madre). No sé si por voluntad propia o en contra de ella, pero ahí: en ese punto de la historia en cuya encrucijada pone a una familia de 12 niños y niñas a los que es (son) capaz(ces) de inyectarles al ánimo de aprender, de ir más allá de lo que le ofrecían sus narices y limitaban sus miedos.

No, no sé si don José Revueltas padre añoraba el nacionalismo o el imperio alemán. Tal vez solo admiraba el espíritu vanguardista de los teutones, pero también pudo haber sido admirador de los rusos o de la Francia romántica. El tema es que fue capaz de transmitir algo central: pasión. La pasión por el conocimiento, la pasión por el sueño, por el arte, y por salir de la burbuja. Felicidades, don José. 

Corolario: de similitudes y paralelismos

Una palabra que zarandeó esta mini investigación fue "nacionalismo". Cuando me encontré con la figura de don José, pensé inmediatamente en este admirador de Bismark que inyecta a sus hijos la pasión por la figura del espacio regional al que uno pertenece y estuve a punto de decantarme por ese concepto, pero en la medida que leí acerca de la las vidas de Silvestre, Fermín y José (confieso que cuando llegué a Rosaura ya estaba algo desbordado de información, así que solo agregaré acá que como actriz formó parte de la lista negra de comunistas de Hollywood, en pleno macarthismo y que participó en la invasión de la Playa de Girón), me encontré que más que lo nacional, lo que sobresalía en estos hermanos era el gusto por lo nuevo, la búsqueda de su propia esencia. Si después fueron llamados nacionalistas por quienes intentaron (o intentan) interpretarlos, es harina de otro costal: ellos simplemente buscaban su espacio inventando algo distinto a lo que prevalecía. 

Y mientras hacía ese análisis me puse a pensar que mi propio segundo nombre proviene del de Bedrich Smetana, conocido como músico del "nacionalismo checo". En ese punto me dije que mi padre no necesariamente estaría pensando en el nacionalismo derechoso mientras las revoluciones sudamericanas hacían bulla en los años setenta en que nací, sino probablamente en lo que Smetana había representado en su tiempo. Mientras reflexionaba esto, me encontré con una minuciosa biografía de Smetana en wikipedia (miren acá qué profundidad) donde también me hallé que su búsqueda era más bien vanguardista que de la forma en que YO interpreto el nacionalismo: como una defensa frente al otro. Aquel Bedrich también tiene una historia que corta la respiración...  y lo anterior, confieso, me dio unas ganas locas de hacer una novela con Smetana de un lado y los Revueltas del otro. Qué paralelismos, señores.  

Bedrich Smetana

José Revueltas

Silvestre Revueltas


Bibliografía y multimedia del texto:

https://es.wikipedia.org/wiki/Silvestre_Revueltas
https://mxcity.mx/2018/01/como-era-la-ciudad-de-mexico-de-los-anos-20-fotos/
https://www.gaceta.unam.mx/revueltas-la-vena-anarquista-de-jose/
https://relatosehistorias.mx/nuestras-historias/muerte-de-jose-revueltas
https://www.ensayistas.org/critica/generales/C-H/mexico/revueltas.htm
https://www.mexicodesconocido.com.mx/pintores-mexicanos.html
https://relatosehistorias.mx/nuestras-historias/muerte-de-jose-revueltas
https://www.youtube.com/watch?v=k5SWCx9KkH4
https://es.wikipedia.org/wiki/Bed%C5%99ich_Smetana#
https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Audio_files_of_music_by_Bed%C5%99ich_Smetana
https://es.wikipedia.org/wiki/Ferm%C3%ADn_Revueltas
https://es.wikipedia.org/wiki/Rosaura_Revueltas
http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/visor/BND:330831
https://www.youtube.com/watch?v=WjfE2pUPKrU
https://www.mexicodesconocido.com.mx/jose-revueltas-biografia.html

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