Hay películas que deberían ser marcadas como de vista obligada en tiempos duros. Industria Argentina me parece una de ellas. Más allá de las implicaciones políticas que claramente la definen, es uno de esos documentos que hacen pensar, contribuyen a reflexionar y ayudan a salir de la burbuja del día a día, al tiempo que aportan buenos momentos. Me encantaría que también en nuestro cine mexicano contemporáneo se tocaran temas así.
Para muchos de nosotros Argentina es un país lejano en el Sur en el que se come carne, vino y empanadas; donde se dice "ché" en lugar de "güey", "pomelo" en lugar de "toronja" y de donde vino -según la generación que te tocó vivir- Raúl Astor, Carlos Gardel, Gustavo Cerati o Mafalda. Tenemos una visión superficial y constantemente defenestada por nuestros medios de comunicación: los argentinos son alzados, creídos y arrogantes y, por si fuera poco, siempre tienen problemas económicos. "¿Cómo pueden ser un ejemplo para nosotros?"