Los que trabajamos con proyectos de "desarrollo sostenible" nos enfrentamos siempre a una infinidad de contradicciones: ¿es realmente la solución para la mejora de condiciones de vida? ¿hasta dónde podemos realmente contribuir en ello con una visión "desde afuera"? ¿Comprendemos realmente las necesidades de aquellos con los que trabajamos? ¿Qué mecanismos utilizar para lograrlo?
Siempre he creído que es mejor intentar, que no hacer nada. Dejar las cosas como están me parece una idea bastante "romántica" en un mundo en el que TODO cambia TODO el tiempo. "No hacer" también implica tomar una decisión y, como alguien dijo antes, "tarde o temprano el cambio llega", así que mejor estar preparados: es muy fácil decir que no queremos televisión cuando ya la hemos tenido, pero quien nunca la tuvo, siempre querrá probarla.