Tiempo antes cayó. No hay golpe más fuerte que el descrédito. Que digas que eres transparente y que te respondan que el silicón también, "y no por eso carece de químicos" es como un atentado a tu amor propio.
Y eso de que lo propio nunca sea tuyo es como una mentada al capitalismo. En los tiempos de mercado? Pero no, no era de ella. O de él. Él no sabía qué quería ella, ni ella qué esperaba él. Todo era un criptograma. Como hoy. Sólo sabía que lo que escribiera sería siempre un posible epitafio. Bastaba con darle la retórica de un buen tango.