Este no es el momento en que me pondré a profundizar sobre Latour y el Actor-Red... o peor aún, sobre los estudios de la ciencia, pero sí es la ocasión para insistir en la necesidad del cuestionamiento continuo. Me encontré este artículo de 2004, en el que Latour insiste que pareciera que nos olvidamos de criticar y que frecuentemente los mismos críticos terminan por instalarse en sus "nuevas" teorías para después plantear, desde ellas, su crítica a los demás... olvidando el necesario ejercicio de "auto-iconoclastia" (el término no es de él, sino una invención de este momento).
Y es que en verdad, el asunto de los humanos no es únicamente que tendemos a la monotonía y a la búsqueda del confort, sino a la repetición constante y a la adulación ególatra. Terminamos por actuar de la misma forma que aquellos a los que criticamos.