Hace años, un recordado profesor de la universidad nos pasó aquel texto que hablaba de un experimento con ranas: más o menos decía que si ponías agua caliente en una olla y echabas una rana, ésta saltaría de inmediato para escapar del calor, pero que si en cambio dejabas la rana en agua fría e incrementabas poco a poco la temperatura, ésta simplemente se iría adaptando hasta morir. Más allá de la crueldad del ejercicio de laboratorio, me parece que explica perfectamente lo que nos pasa a los mexicanos.
¿En qué momento comenzamos a sentir que el clima de inseguridad, violencia, intolerancia política y represión era parte de la temperatura normal? ¿Cómo es que -como la rana- nos vamos adaptando a este dramático incremento sin que hagamos ningún ejercicio para salir de la olla?