Yagul
No sé si lo viví o lo soñé, pero ayer que estuve en Yagul me di cuenta que pasó ahí. O que sucederá en ese lugar. El tiempo es incierto, irreal y hasta anacrónico. Si viviste un “déjà vu”, sabes a qué me refiero: comprendes que pudo haber pasado antes: en otra vida o ayer; que puede estar sucediendo en el futuro inmediato que tu mente aún no procesa.
Si te arriesgas a la ficción de los sueños premonitorios o a la utopía de los recuerdos ancestrales, coincidirás conmigo: el tiempo no es cosa lineal, Einstein tenía razón; los adivinos podrían existir y la reencarnación explicaría las complejidades del tiempo cíclico: Doce monos, El Relato más hermoso del mundo, Funes el memorioso... Todos ellos serían parte de la inescrutable irrealidad del oxímoron y de lo incomprensible: pasado del futuro, anacronía temporal, visión irreal.